¡No hay que fortalecer el yen! ¡América, vigila al dólar y viviremos en armonía!
¡La moneda japonesa se enfrenta al dólar estadounidense! Al yen le cuesta resistir al dólar, ¡pero lo intenta! Según datos de la agencia Reuters, Estados Unidos no logrará que Japón aumente el valor del yen. Cabe destacar que este tema será clave en la próxima reunión del secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, y su homólogo japonés, Katsunobu Kato.
Según los analistas, la administración de Donald Trump intentará presionar a Tokio para obligar a las autoridades japonesas a elevar la cotización del yen. Sin embargo, en el País del Sol Naciente ya han previsto esta opción y no están dispuestos a aceptarla. No se descarta que Japón se oponga al fortalecimiento de su moneda nacional, y que la reunión entre K. Kato y S. Bessent no cumpla con las expectativas del mercado. No obstante, mucho dependerá de las exigencias concretas de la Casa Blanca, especialmente considerando que los políticos japoneses no han recibido ninguna solicitud de EE. UU.
Anteriormente, el presidente de EE. UU., D. Trump, criticó repetidamente a Tokio por mantener deliberadamente un yen débil. Actualmente, la moneda japonesa se ha fortalecido hasta alcanzar su máximo en siete meses frente al dólar. En este momento, el País del Sol Naciente tiene pocas opciones para influir en los tipos de cambio. El encarecimiento del yen también ha sido favorecido por la caída generalizada del dólar. En este contexto, los funcionarios japoneses temen tomar medidas para fortalecer aún más su moneda nacional, ya que no quieren perjudicar a sus exportadores en medio del conflicto arancelario.
El Banco de Japón tampoco tiene prisa por subir las tasas, ya que los aranceles estadounidenses podrían socavar la recuperación económica de este país asiático. Además, un aumento de las tasas en respuesta a las exigencias de EE. UU. pondría en peligro la independencia del regulador japonés.
Sin embargo, no todo son malas noticias. George Glass, el nuevo embajador de EE. UU. en Japón, se muestra “muy optimista” respecto a las negociaciones sobre aranceles entre Washington y Tokio. Cree que ambos países están viviendo “una edad de oro tanto en el plano económico como en el de la amistad”.